Paqui y Paco son dos hermanos que no se tragan…
Recordarás que Mamá, como cada año por estas fechas, les invitó a comer. Debido a la crisis, les propone que se vayan a vivir a su casa, en el campo. Y tiene un plan…
Mamá les propone una cosa muy simple:
Acondicionar la casa y hacer agroturismo.
Paqui salta: “¡Ya está, nos vendemos al capitalismo salvaje!”.
Mamá, con su calma –realmente tiene muy mala hostia, pero le gusta aparentar tranquilidad:
– Bueno, ¿quién quiere café?

En el comedor hay un silencio glacial entre los dos hermanos.
– Los cafés.
A Mamá le encanta servirlo cuando tiene algo importante que decir:
– Veréis, la cosa es la siguiente:
Para sorpresa de sus hijos, pulsa un botón y se abre una cortina que deja ver una pantalla. ¡Mamá les va a pasar un PowerPoint!

Mamá sigue con el PowerPoint, y la verdad es que se la ve muy suelta…
– He estado estudiando la situación, y
«he llegado a estas conclusiones:
“La gente no viaja, y las tendencias indican que el consumidor se va a decantar por el turismo de proximidad, las ganas de estar en ambientes naturales y las cosas hechas a mano.
“Por otro lado, Paco, no podemos competir con los algoritmos ni con las grandes multinacionales: hay que tirar de “inbound marketing” y “branding” en las redes.”
– ¡Mamá, ya hablas como él!

– Tú, Paqui, tienes que hacerte esto tuyo. La casa tiene que ser como eres tú. Mostrar tu estudio, exponer tus trabajos, y hasta podemos dar
«talleres y cursos en el cuarto del tío Hilario.”
El tío Hilario era el preferido de Paqui, el que le enseño a pintar. Paqui se emociona cuando mamá lo menciona.

– Por mi parte, llevaré las redes sociales y el blog. De hecho, ya tengo creada una pequeña comunidad de seguidores…
– ¡Mamá! ¡¿Tienes 20.000 seguidores en Instagram?!
– Claro, hija. ¿O te crees que me he pasado todos estos años haciendo ganchillo?
A decir verdad, después del PowerPoint, el café y los pastelillos saben mejor. El ambiente está mucho más relajado y a los dos hermanos se les ve de mejor humor.

A fin de cuentas, tendrán que llevarse bien.
A partir de ahora serán socios y tendrán que trabajar juntos…

Al cabo de unos meses, EXACTAMENTE según los plazos previstos por Mamá, empezaban la promoción con toda la temporada llena.
Alojamientos, talleres y ¡hasta concursos de fotos en Instagram!

Así están ahora paqui y Paco.
Desde luego, en la vida no hay nada seguro, pero están esperanzados y ven el futuro mucho más alegre. Además, ahora congenian, lo que ya es mucho.
Mientras Paqui se monta su taller y remoldea la decoración de la casa (está toda llena de flores secas, tiene una obsesión con eso), Paco está creando la web y pensando en estrategias de email marketing.
¿Y Mamá?
¡No puede ser más feliz!
No estará sola –no me mires así, Belcebú, me refería a los humanos– y la casa volverá a tener vida. Y lo más importante, lo que no tiene precio:
Vuelve a ver a sus hijos juntos.
¡Por cierto!
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