|
|
|
Como sabes, los domingos, Schopenhauer nos hace felices. O lo intenta.
|
|
|
|
El Arte de Ser Feliz
|
|
|
|
Regla nº 3
|
|
Él lo llama así, pero tú y yo sabemos que quiere decir “madurez”.
|
Y madurez significa qué quieres en la vida, para descartar lo que no.
|
O sea, las cosas que te desvían del camino, que te desgastan, te entretienen y te frustran. Y, para esto, lo mejor es saber qué quieres en la vida.
|
Lo que hoy en día llamaríamos “propósito”.
Una “misión”, en el mundo professional.
|
Así evitaremos perder el tiempo y tener desengaños, y caminaremos por la vida en línea recta, en vez de hacerlo en remolinos y filigranas que solo causan malestar.
|
|
|
Schopenhauer no lo sabe, pero habla del DAFO (que ya te conté un poquito aquí): conocer nuestras fortalezas y debilidades.
|
|
Dicho de otra manera: saber nuestras limitaciones.
Es tan importante mejorar las que se puedan, como descartar las que no.
|
|
|
Aceptarlo: no todos valemos para ser Mozart.
|
|
|
|
|
La parte que me hace más gracia es la de evitar hacer el pena y ponerte en evidencia fingiendo que eres una cosa que no eres.
|
Y, tanto tú como yo, sabemos que, en las redes sociales, en el trabajo o en el vecindario, hay mucho fantasma dando la nota.
|
|
|
Esto, a parte de no servirte para nada, te acabará causando disgustos y harás mucho el ridículo.
|
|
No lo hagas, por Schopenhauer.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Hasta aquí.
|
Espero no haberte dado demasiado la brasa...
|
|
|
|
|
¡Cuídate mucho!
|
|
Gracias por querer un futuro mejor.
|
Gabriel
|
|
|
|
|